lunes, mayo 01, 2006

CINCO MESES YA

Ya llevo cinco meses en el país que primero se ríe y después explota*, al principio todo es muy extraño y luego va dejando de ser extraño para ser sencillamente raro, nunca diría que es singular porque aquí todo es plural o colectivo. Todo resulta muy asiático, las casas, las comidas, las nubes...

Me siento como un niño, mi estado habitual es el asombro, vuelvo a estudiar las letras con dibujitos de animales y me sorprenden un montón de cosas tontas e insignificantes que celebro dando saltitos mientras las señalo con el dedo.

Naturalmente, estoy aprendiendo mucho de Japón, no sabía casi nada antes de venir; pero lo que me extraña es la cantidad de cosas que estoy aprendiendo de España desde que estoy aquí. Al comparar costumbres, rutinas, protocolos... usos y maneras que me parecían "normales" ahora no me lo parecen tanto: los horarios, la higiene, la diferencia entre lo público y lo privado en el urbanismo, las relaciones sociales y las familiares, la seguridad vial, la educación, el ocio, los negocios, la moral...

Esta semana es la "golden week", una semana de vacaciones en primavera, me voy a Niigata a la casa de una amiga en un pueblecito en la montaña. Allí celebraremos que la sakura ha florecido y comeremos y beberemos debajo de su sombra.

(*) La gracia de este chiste está en la semejanza fonética de las dos sílabas que forman el nombre del país al que se alude, a saber, Ja-pón, con dos onomatopeyas ampliamente aceptadas en el ámbito geográfico del castellano, correspondiente la primera a una carcajada no muy estridente (JUÁ), ni formando parte de una risilla estúpida y afeminada (JIJIJIJI) ni mucho menos la sonrisa descreída del cínico (imposible de transcribir aquí por motivos obvios), es una carcajada única y amplia (JA) y la segunda se correspondería a una explosión seca y sin más consecuencias que la propia explosión, como la de un petardo de mediana intensidad (PON), que no hay que confundir con el imperativo del verbo poner, porque entonces el chiste pierde toda gracia.